sábado, 20 de agosto de 2011

Será el destino.

Marionetas, títeres, arlequines y muñecos. Podríamos decir que todos somos esto. Seres inertes que se dejan manejar por hilos invisibles, o por manos juguetonas de un niño que solo quiere divertirse.  Autómatas que actúan, sin saberlo, siguiendo un guión escrito por alguien que se aburría en su casa una tarde de domingo, sólo para ver qué pasa. Destino lo llaman. Puedes creer en él o desafiarlo, pero siempre dejará la incertidumbre.

Jim Carrey dijo en “El número 23” que quería que en su lápida pusiese: “¿Y si…?” ¿Y si hubiese nacido en otro continente? ¿Y si mis padres no tuviesen el poder adquisitivo del que disponen? ¿Y si me hubiesen educado de otra manera? ¿Y no si hubiese escogido la enseñanza pública? ¿Y si hubiese cogido ciencias? ¿Y si me hubiese subido a aquel avión que se estrelló sin yo saberlo? ¿Y si no me lanzase a besarla? ¿Y si ella no hubiese accedido a tener una relación? ¿Y si no hubiésemos discutido? ¿Y si no se hubiese marchado sin razón?

Demasiadas preguntas y demasiadas posibles respuestas. Demasiadas variables para un solo suceso. El tiempo ha corrido bastante como para preguntarme el por qué de lo pasado. Supongo que ahora hay centrarse en lo que esta “fuerza” nos depara, en buscar nuevos retos y aventuras y en las oportunidades que nos brinda para arreglar las cosas. Quién sabe si en el libro escrito de nuestras vidas aparece que renacemos en otro lugar? ¿Quién sabe si el mundo cambiará por fin para bien?

Pero como he dicho, siempre quedarán preguntas.

¿Quién sabe si aún no es tarde para saber por qué se fue.? 

jueves, 11 de agosto de 2011

El Consejero


Hay quien dice que sabe mucho sobre algo y decide ser una especie de ser pedante y repulsivo que se echa galones continuamente por alardear los conocimientos que aprendió de otro y que ni siquiera sabe si son verdaderos o no; la cuestión es escupir palabras vacías y sin significado coherente para él. Hay quien sabe mucho y decide ser humilde y hablar solo con quien sabe que lo va a entender, y en vez de “fardar” intenta ayudar con lo que sabe a los demás.

Sin embargo, hay quien no sabe mucho sobre algo y se ofrece a ayudar a la gente que lo necesita. Puede que sus consejos no sean la solución definitiva al problema, pero hacen pensar que si alguien se está equivocando, puede enmendar su error. Y es que aunque alguien no sea un experto, cuando algo falla, es fácil darse cuenta. Pero dos no se ayudan si uno no quiere, y cuando el aconsejado no hace caso del consejero, aunque éste insista en querer ayudarlo, entonces el trabajo del consejero acaba, y es la propia experiencia la que le tiene que abrir los ojos, volviendo dolido al que una vez le aconsejó y decirle: “Tenías razón”.

Pero hay a quien no le basta con un solo batacazo para darse cuenta. El tiempo dirá si algún día verá la luz reveladora de la cruda realidad.

jueves, 4 de agosto de 2011

RUTINA

“¡Rayos y retruécanos, rayos y retruécanos!”. Aquel divertido personaje que salía por la televisión de su cuarto hacía que el cerebro del chico produjese una sensación de comodidad y de pereza. Ya no sabe si lo que le hace tenerla es la serie o es simplemente el hecho de tragarse cualquier bazofia que escupa la caja de luz mientras se toma un tazón de cereales con su correspondiente guarnición de magdalenas.

Son las 13:15. El muchacho se había despertado hacía ya una hora y media pero se había quedado retozando en la cama hasta hacía 10 minutos, cuando sus ganas de orinar eran ya incontenibles. No se podía decir exactamente que se le hubiesen “pegado las sábanas”, pues  no había nada que cubriese su colchón de biscoelástico, a pesar de que hacía una semana que su madre le había dejado sábanas limpias para que él se las pusiese. Mucho trabajo al parecer.

Terminado el desayuno, el chico apaga la tele. Éste es su día. Hoy se siente con ganas de hacer algo grande. Va a salir a correr. Con excitación, va a calzarse las zapatillas de deporte que aún guarda en la caja (si tiramos por lo alto, puede que se las haya puesto dos veces, y una de ellas para hacer deporte). Baja de casa y opta por una ruta sencilla: la Ruta del Colesterol. El mozo corre motivado a ritmo de Ska entre cuarentones  y niños con bici. Quizá vaya a un ritmo demasiado rápido para lo que él acostumbra. Diez minutos. Esto es lo que tarda en hacer la primera parada. Sigue andando hasta el final del tramo de ida. Jura que a la vuelta irá sin parar hasta el final. Comienza una nueva canción y prosigue su camino. 5 minutos después, un dolor le empieza a recorrer el gemelo izquierdo. La excusa perfecta para parar definitivamente; lo necesitaba. Decide volver a casa andando.

Vuelta al hogar. Besos a papá y mamá. Ducha. Repara en que tiene hambre y decide hacerse un tentempié. Chorizo y patatas fritas: la piedra angular de una buena comida entre horas. Recibe un mensaje en el móvil. Es su amigo. Dice de ir a echar un billar al bar, comer unas tapas y tomar unos quintos. Presiente que va a ser una buena tarde. De repente oye un rumor que viene desde el comedor. Es la tele. Se sienta en el sofá. “¡Rayos y retruécanos, rayos y retruécanos!” El capítulo estaba viendo mientras desayunaba lo están haciendo ahora en otro canal. Decide verlo. Total, su día ya está hecho…

lunes, 1 de agosto de 2011

HA MUERTO UNA ESTRELLA

A parte de la fallecida Amy Winehouse, el otro día vi de verdad como dejó de brillar una longeva luz en el cielo. Ésta se desvaneció caprichosamente, sin avisar a nadie, sin que ninguna otra estrella estuviese pendiente de ella. Sólo acompañada de la atenta mirada de quien estuviese despierto a altas horas de la madrugada y de un servidor.

Y vosotros os preguntaréis: ¿Por qué este tío nos cuenta ahora el rollo este que no tiene sentido y que seguro que se ha inventado sobre la marcha? Bueno, alguien dijo una vez que cada línea de meta es el comienzo de una nueva carrera. Y yo, para continuar con el dicho, en honor al fin de la estrella, yo hago que cobre vida ésta fuente de palabras, frases e historias.

¿Y por qué “Hablar x Contar”? ¿Acaso se trata de una especie de blog “mategramático”? Bueno, he de decir que las matemáticas no son mi fuerte, pero reconozco que no voy mal en darle a la “sin hueso” y a la cabeza en cuanto a inventar historias o comentar conmigo mismo hechos de ayer, hoy y pasado-mañana. ¿Entonces cuál es el motivo de abrirme a la red? Se podría decir simplemente, porque me apetece. Hablar por hablar. Pero no solo hablar, si no también contar, enseñar y transmitir. 

Quiero dedicar este comienzo de andadura “blogger” a mi primo Dani Lozano (http://comodicelacancion.blogspot.com/), a quien pedí consejo en su día y con quien mencioné a idea, siendo solamente un vago proyecto un tanto lejano. También dedico esta introducción a Sol, Andrea Félix, Arnau y otros tantos  artistas de la palabra, que juguetean con sus ideas en alguna red social o que hacen sus pinitos y se abren camino en este extraño y fantástico mundo, ya sea por medio del humor, el análisis, poesía o narrativa.

Y a ti, lector, que te asomas por la ventana de cualquier ordenador (o Smartphone en los tiempos que corren), te saludo y te agradezco tu atención y tu tiempo. Esperemos este sea el comienzo de una gran amistad.

-Good Vibes-