Sudor, respiración honda y acelerada, fuertes latidos del
corazón, ojos desorbitados, ese nudito atado por las mariposas que suelen
rondar algunos estómagos... Todo eso y sensaciones indescriptibles inundaban mi
cuerpo aquella noche de octubre en la que empezaba algo nuevo, algo que se
había ido formando durante meses. De pronto, desde algún rincón de aquel espacioso lugar, oí las
palabras mágicas: “¡Mucha mierda!” En ese momento supe que no había marcha
atrás.
Había llegado la hora. Minutos restaban para que comenzara
lo que llevábamos esperando desde aquella mañana en la que nos presentamos en
casa de aquel hombre que depositó su confianza en cuatro jóvenes que rebosaban
de ganas por pasar a la acción. Bendita mañana. No sabría decir cuando empecé a
temerlo o cuándo empecé a figurarme que no iba a salir bien, porque siempre
tuvimos el apoyo y los ánimos de los grandes. De los Maestros.
Pero ahora aquella mañana quedaba muy lejos. El momento era
el que era. Miré a mi alrededor, y me sentí pequeño en aquel lugar, que tantas
veces había mirado con atención desde abajo, y que ahora que me encontraba en
él, me parecía inmenso. Pasaron por mi cabeza imágenes de las tardes de
lectura, de las primeras “levantadas”, de las riñas, de los consejos, del
primer pase… Y a la vez se intercalaban los rostros de la gente que sabía que
estaría ahí abajo: mis padres, mis amigos, ella…
Aquel microfilme mental se desvaneció cuando oí las últimas
palabras del jefe: “Dentro música”. La cantinela comenzó a sonar. No quedaba
cabida para el miedo, pero sí para los nervios. Malditos sean. Vi a mi
compañero, solo, iluminado, enfrente de aquel muro infranqueable que parecía
levitar, a punto de caer en cualquier momento y dar paso al arte, al
espectáculo, a la pasión desatada, a la luz que ilumina los rostros de los
espectadores y llena la vida de los que lo representan… A lo que comunmente llamamos Teatro.
FELIZ DÍA MUNDIAL DEL TEATRO.
Dedicado a todos los actores del mundo y a todos los que
disfrutan de él, especialmente a los que he tenido el placer de trabajar: Pepe,
Paula, Adri, Juanma, Gaspy, Amparito,
Quique y a todo el grupo de Nador Teatre.
Y por último, y no por ello menos importante, mi sincera
enhorabuena a Marieta Zamora (lectora habitual J)
, que ha ganado el Premio Crisàlide a la Actriz Revelación de los AAPV. ¡Sigue así!
Sin palabras, solo trabajo, y disfrute... que bonito es amar algo que te da tanta satisfacción, y por lo que estarías trabajando toda la vida para aunque fuera un solo segundo de escena... por darlo todo y transmitir toda la energía que tu tienes al publico, y que este al recibirla tuviera que reubicarse en la butaca, porque realmente le has llegado hasta lo mas profundo de la conciencia.
ResponderEliminarQue viva el teatro XUS¡¡¡
Grande Xus. Eres artista en potencia y no lo puedes negar. esto del teatro es una droga pero sana, de la buena, de la que engancha pero de la que nunca uno se debe desintoxicar, porque se puede vivir con ella.
ResponderEliminarAdemás, conozco a los Zanora y su buen hacer... Grandes maestros has encontrado en Nador. Aprovechalos y disfrutalos. No siempre en las fallas te dejan hacer teatro porque eso de esfrozarse y soñar no es lógico (ni legal) para los economistas que pulukan por las fallas y creen que es como una empresa. Gran error. Persiguen a los que nos dorgamos con el arte y con la creatividad.
Un abrazo campeón.